Hay otros edulcorantes que dañan más al cuerpo por tener componentes químicos, y a pesar de ello se les exenta, mientras que se ataca al azúcar al tratar de imponerle impuestos y prohibir su consumo.
Esas decisiones “pueden afectar seriamente a muchas familias del campo mexicano, como resultado de las iniciativas que injustificadamente adjudican al azúcar de caña con problemas de salud, de los cuales el azúcar de caña simplemente no es responsable; como sí lo pudiera ser el consumo al alza del jarabe de maíz de alta fructosa y otros edulcorantes totalmente artificiales y sintéticos”, expuso Cortina Gallardo.
El uso de otros endulzantes distintos al azúcar no resultó en beneficio a la población mexicana, porque la conocida “reformulación” de productos que incentiva la autoridad, en lugar de lograr que se consuman productos naturales aleja al consumidor de alimentos más sanos directos del campo y se fomenta el uso de productos ultra procesados.
Fuente El Universal