Despolitizar el agua para un mejor servicio municipal

Lázaro Cárdenas, Mich.,  noviembre 23 de 2020.- Para que el Capalac alcance mejor estadios de operación, mejore el suministro y sea autosuficiente como señala su decreto de creación, el agua que suministra debe ser despolitizado, sus instalaciones modernizadas y hasta privatizado el servicio, concluyeron la mañana de este lunes panelistas que participaron en el primer foro sobre el tema organizado por Mas Independiente.

El evento desarrollado esta mañana de lunes, de carácter privado, pues sno hubo la presencia de público y si solo conocedores del tema, se apuntó que se debe ir a la raíz del problema  con un proyecto que modernice la planta tratadora  de agua y que se atiendan las causas de contaminación que se generan con las descargas de aguas domiciliarias, que es el principal problema que se tiene en las aguas del rio Balsas y el sistema de esteros del municipio.

Álvaro Santillán López, Alberto Felipe Ramírez, Luis Antonio Valdovinos Jacobo, Fabián  Orlando Echeverría y y Alfonso Castillo Abogado, coincidieron que el principal problema del organismo operador de agua potable, es que no hay un respeto pleno a  la descentralización del organismo y donde imperan las decisiones desde la administración municipal, con un consejo “a modo”.

Para el biólogo y presidente del colectivo ambientalista Las Truchas, Luis Antonio Valdovinos, el problema  principal es que el agua que se suministra, el agua que se descarga y la falta de planeación. Recordó que la contaminación del Balsas es más fuerte aquí pues el rio recibe descargas de aguas negras y basura  de siete estados por los que atraviesa, además de la contaminación con metales pesados, biológicos y residuales.

Para mejorar el tratamiento, distribución y entrega de agua domiciliaria, que es lo que se busca, así como el saneamiento de agua, servicio que cobra el Capalac, pero no lo proporciona en la misma proporción de lo que cobra,, se debe despolitizar el tema del agua, dejar de ser letra de cambio en campañas, que deje de ser “la caja chica o grade” de la administración, dejar de reclutar personas por compromisos políticos, ciudadanizar su toma de decisiones y , el extremo de los casos, que pudiera  convertirse en un organismo privado, porque “se está normalizando algo que no está bien.