Venezolanos enfrentan tercer día sin energía eléctrica

Venezuela enfrentaba el domingo un tercer día sin energía eléctrica, lo que provocaba angustia en habitantes por los efectos que tiene sobre la atención de salud, las comunicaciones y el transporte.

Venezuela enfrentaba el domingo un tercer día sin energía eléctrica, lo que provocaba angustia en habitantes por los efectos que tiene sobre la atención de salud, las comunicaciones y el transporte.

El gobierno ha dicho que el corte del servicio eléctrico, que comenzó el jueves a las 17:00 hora local, se debió a un “sabotaje” de la hidroeléctrica Guri, la más grande del país, en momentos en que hay una fuerte presión interna e internacional contra la administración socialista.

El presidente Nicolás Maduro dijo el domingo en Twitter que el sistema eléctrico “ha sido objeto de múltiples ataques cibernéticos”, pero prometió que “en las próximas horas” el suministro se restablecerá “de forma estable y definitiva”.

En algunas zonas de la capital y de otras grandes ciudades del país regresaba el servicio eléctrico a primeras horas del domingo, pero expertos advertían del riesgo de nuevos apagones.

Si bien el suministro se reanudó el viernes en partes de Caracas y otras localidades, se volvió a cortar la luz el mediodía del sábado en casi todo el país.

“Un segundo megaapagón ocurrió ayer al mediodía porque no habían resuelto la verdadera falla adecuadamente”, dijo el especialista José Aguilar. “Tuvieron que partir de cero otra vez”, agregó.

Los expertos consultados creen que la falla se originó en las líneas de transmisión que transportan energía desde las plantas hidroeléctricas al sur venezolano y el gobierno cuenta con equipos precarios y poco personal para enfrentar la emergencia.

“Se puede inferir por la tardanza y las consecuencias de la falla que fue un problema en las líneas que salen de Guri y no en la central como tal”, apuntó Miguel Lara, un ingeniero eléctrico y expresidente de una oficina estatal responsable de la operación del sistema eléctrico.

El apagón ha sido el más prolongando en Venezuela en décadas. En 2013 hubo una falla que afectó a Caracas y 17 estados de los 23 del país, que duró seis horas y en 2018 hubo otra de 10 horas en ocho estados, según reportes oficiales de entonces.

La organización no gubernamental Médicos por la Salud denunció el sábado que la falta de suministro de energía y la carencia de plantas de respaldo han provocado la muerte de 17 personas en hospitales públicos de Caracas y otras localidades, pero no ofreció detalles.

El Ministerio de Comunicación no respondió a una solicitud de comentarios sobre los reportes.

CORTAS VELACIONES

“¿Qué se puede hacer sin luz”, dijo el domingo Leonel Gutiérrez, un técnico en sistemas de 47 años. “Con los alimentos que tenemos, tememos que se nos dañen”, agregó mientras cargaba a su hija de seis meses y caminaba en busca de un comercio donde comprar comida.

En las principales vías de Caracas, había más tráfico del habitual para un día domingo. Muchos conductores hacían filas en las pocas bombas de gasolina que reanudaban operaciones al regresar la electricidad y otros se detenían en medio de algunas vías donde sí funcionaban los teléfonos móviles.

El servicio subterráneo Metro de Caracas seguía sin funcionar, y casi ningún transporte público operaba en la ciudad, dificultando la comunicación en la capital, donde pocas emisoras de radio podían transmitir información usando plantas eléctricas.

En las funerarias aceptaban prestar el servicio, siempre que los clientes firmaran pagarés para asumir los gastos. “Han sido velaciones cortas, de 6 a 7 horas, porque la misma gente al ver que no hay iluminación se va temprano”, dijo Carlos Peña, encargado de una funeraria al este de la ciudad.

Pocas panaderías, supermercados, restaurantes y licorerías abiertas que funcionaban con plantas eléctricas preferían recibir dólares en efectivo durante el fin de semana, según testigos de Reuters. Por una bolsa de hielo cobraban tres dólares el sábado.

“Los clientes se llevan bebidas, pilas, galletas, pero ya agua no nos queda”, dijo Bélgica Zepeda, una vendedora de una red de farmacias. Allí solo aceptaban efectivo, pese a la severa escasez de billetes que enfrenta esa nación desde hace años.

Venezuela, que tiene las mayores reservas de petróleo del mundo, vive una recesión con hiperinflación, que provoca escasez de alimentos, medicinas y servicios.

Fuente: Noticieros televisa