Asilo, la última morada de los abuelos

Lázaro Cárdenas, Michoacán.- Tras varios años de trabajo y de vida, los asilos se convierten en la última morada de los adultos mayores, de los abuelos. Aquí, en la mayoría de los casos, de manera voluntaria o por decisión de sus hijos o familiares, disfrutan de esta etapa de su vida en compañía de otras personas que también, por diversas causas, arribaron a este lugar

Tal es el caso de don Arnulfo Arce, quien apenas el pasado 15 de agosto cumplió 64 años. Con dificultades en el habla, pudiendo ser producto de un traumatismo cerebral que sufrió luego de recibir un golpe en la cabeza, recuerda que su llegada a la Casa del Adulto Mayor fue a través de su hermano.

“Me trajo mi hermano, el mayor de la familia (…) porque en la casa donde estaba él, esta chica; no podía estar ahí. Él está solito con su esposa; tiene tres hijos”, mencionó.

Es así que, desde hace cuatro años, don Arnulfo vive en el asilo donde reconoce estar tranquilo. Al ser cuestionado si, además de su hermano que aseguró lo visita y lleva medicamentos, tiene algún otro familiar, respondió que no, puesto que desde hace 25 años sufrió la pérdida de su esposa, con quien no pudo procrear hijos.

“Tenía una señora, pero no podía tener familia; estaba diabética y se murió en el ‘94”, declaró con dificultad.

A diferencia de él, hay otros casos de adultos mayores que por voluntad propia decidieron ingresar al asilo. Uno de ellos es don Paulino Herrera, de 80 años de edad, y quien apenas cumplió un año de estancia.

Su llegada, dijo, se dio luego de mendigar en los mercados y tras sostener un acercamiento con la actual directora del DIF Municipal, María de Jesús Molina Rodríguez, quien precisamente recorría la zona.

En muy malas condiciones, recordó, fue como se presentó con la funcionaria; sin embargo, fue aceptado y una vez que ingresó a la Casa del Adulto Mayor, admite que el personal lo atendió de la mejor manera, realizándole primeramente una revisión médica.

“Aquí me recibieron con los brazos abiertos, todo muerto de hambre, de la fregada”, reiteró.

No obstante, al ser interrogado sobre si cuenta con algún familiar que lo visite, de manera tajante, responde que desde el año de 1963, cuando fue sacado de su casa, perdió todo contacto con sus padres y hermanos. Asimismo, mencionó que nunca contrajo matrimonio pero que, previo a su llegada a esta estancia, tenía una “novia” de nombre Estela.

“No tengo; mi familia es esta que está aquí. Yo no tengo más familia; en 1963 me corrieron de la casa. Yo soy un hombre de muy pocas pulgas; hace más de 40 que ya jamás volví”, añadió.

Previo a la realización de esta nota, en la Casa del Adulto Mayor, personal del DIF Municipal visitó a los abuelitos donde les entregaron una serie de obsequios. Posteriormente, la presidenta del Sistema Municipal, Clara Zapiain Guajardo, informó que su celebración será el próximo sábado a las dos de la tarde, en el salón de usos múltiples del Sindicato de Empleados del H. Ayuntamiento.

Anticipó que en el mismo habrá comida, música, baile y muchas sorpresas más.

Así también, se refirió a las condiciones en las que se encuentran los 28 abuelitos que viven en el asilo, de los que 17 son hombres y 11 mujeres. Detalló que actualmente, la casa cuenta con cinco enfermeros, un masajista, un vigilante, además de un temazcal y horno tradicional en el que elaboran pan.

De igual forma, dijo que frecuentemente son visitados por alumnos de diversos centros educativos y que, en caso de cualquier emergencia, son trasladados al Hospital General en donde son atendidos con prontitud. Por lo anterior, sostuvo que su calidad es mejor que incluso, previo a ser recibidos

“Aquí han venido personas de 61 años, que es un abuelito, un adulto mayor relativamente joven; pero cuando ya comen, desayunan y cenan a sus horas y sin traspasos, creo que están más jóvenes. Aparte se les da sus vitaminas; el Ayuntamiento me ayuda a comprar sus vitaminas y ellos se sienten de maravilla.

Gente que estaba en silla de ruedas, ahorita ya está empezando a caminar. Por eso les digo que están mejor que en su casa porque están muy bien atendidos”, finalizó.