De lo perdido, ya no apareció nada

Por: Carlos Casillas

¿Cuál es el punto de coincidencia en el caso de las fallidas Zonas Económicas Especiales? Debe haber un punto de encuentro de las muchas opiniones que se han vertido en las ultimas 48 horas. No puede ser que esté tan polarizado en las opiniones sobre un mismo asunto, que haya tantos y tan diferentes puntos de vista. Hay, por supuesto, quienes, con número, cifras y datos, opinan que cancelar este proyecto nacido en la administración federal pasada, ha sido un duro golpe a las economías de siete regiones en el país, incluida la zona Lázaro Cárdenas-La Unión y hay, quienes, en redes sociales, hasta se alegran de la decisión tomada por el presidente López Obrador. Y es que, en este país de desconfiados es más fácil seguir el golpe de un cencerro que detenerse a investigar y consultar fuentes de información confiable; estamos dejando que sea el internet quien nos resuelva la vida. Desde ahí lo mismo replicamos una falsa información sin investigar el contenido, que preguntar a los internautas “si alguien conoce el número de teléfono de quien vende bolillo calientito”, por ejemplo. Por supuesto que los políticos buscan llevar agua a sus molinos partidistas al responsabilizar a los contrarios de los males de todos, pero no asumen tampoco decisiones. Economistas y fuentes enteradas del proceso para construir desde cero un proyecto económico de tal envergadura, de entrada, aseguran que se ha provocado un daño al país y mas en este momento en que su crecimiento esta en 0.0 del PIB. Me quedo con la versión de que la cancelación del proyecto de zonas económicas, impedirá que se inviertan, solo en Michoacán, 9 mil 500 millones de dólares de once empresas que habían mostrado su interés en invertir aquí y generar con ello una cantidad considerable de empleos. Lo más lamentable de esta medida es que el gobierno de la 4T no ofrece a las regiones afectadas, una alternativa para su desarrollo y mas bien, las responsabiliza de que las ZEE no operaron por falta de inversión de los estados y municipios en las mismas, pero como invertir en un proyecto al que el propio López Obrador le dio “la puntilla” tan luego tomó la presidencia hace mas de un año y con ello generó la incertidumbre en inversionistas y en agentes que plantearon modificaciones, alternativas, pero que no fueron escuchados