Lázaro Cárdenas, Mich., mayo 22 de 2020.- Aun cuando las circunstancias sanitarias que se viven en el municipio de Lázaro Cárdenas, no van a cambiar en el corto plazo, no con las cifras de contagio que se manejan cada día, y el relajado comportamiento social que campea, es bueno que el gobierno municipal vaya preparando una estrategia medible…
Lázaro Cárdenas, Mich., mayo 22 de 2020.- Aun cuando las circunstancias sanitarias que se viven en el municipio de Lázaro Cárdenas, no van a cambiar en el corto plazo, no con las cifras de contagio que se manejan cada día, y el relajado comportamiento social que campea, es bueno que el gobierno municipal vaya preparando una estrategia medible, sobre cómo es que se va a regresar a la “No Normalidad”, a la nueva manera de convivencia social a la que habremos de enfrentar. En este momento, es evidente, existe un hartazgo y un hastío en el colectivo, entre quienes han sido rigurosos en acatar las medidas sanitarias propuestas por todas las entidades de salud y de gobierno, y entre quienes no han aportada nada, pero en ambos sectores priva el deseo de que la actual situación cambie, como tenga que cambiar y termine como tenga que terminar, ¡pero ya! La diferencia en este hartazgo, es que una parte de la sociedad pone lo que tiene que poner y hace lo que tenga que hacer y en la otra no: si bien hay una marcada línea divisoria las dos partes se juntan en la necesidad de que este confinamiento debe acabar y no porque se haya superado la pandemia, se haya “achatado” la curva de contagios, sino por la presión social y la presión económica sobre las autoridades que, cuando conviene, resultan ser “blanditas” en la toma de decisiones y más en aquellas que les suman puntos políticos y es por ello que se obligarán a tomar medidas para regresar a la “no normalidad”. En este problema sanitario, como en muchos de la vida cotidiana, “no todos jalamos parejos la carreta” y seguramente, dependiendo del cómo y cuándo se dé por terminado este obscuro episodio. Quienes hicieron su esfuerzo, sentirán que fue en vano alinearse a las medidas sanitarias, aislarse, dejar de ver familiares y no permitir que éstos los visitaran, modificar sus hábitos de vida y segregarse ellos mismos de toda actividad social para proteger a su familia. Queens no hicieron así, sentirán que siempre tuvieron la razón sobre la pandemia, que no existe y que es inventó de lso enemigos de la 4T o cualquier otra cosa, pero no único real, palpable y doloroso, es el número de víctimas asociados a esta enfermedad. Por eso, y así como se han venido tomando medidas para hacer que esta enfermedad sea lo menos cruel con los habitantes del municipio, debe irse programando un programa en sentido contrario para regresar, no ahorita, que quede claro, sino cuando las circunstancias lo ameriten, a la No Normalidad. Y tiene que hacerse ahorita, como si se tratara de un plan de contención porque, en la medida que otros municipios, menso comprometidos sanitariamente que nosotros, comiencen a regresar a su nueva realidad. Seguramente habrá más presión en el nuestro para que se nos libere de esta situación, habrá, con lo ha habido, presión en las calles, empezando por los comerciantes que quieren ya levantar sus cortinas. Hay que esperar que el regreso no nos agarre “con los dedos en la puerta”, como nos agarró en el desarrollo de la pandemia. Debe estructurarse desde ya, un plan para ese regreso, cuando tenga que ser, porque en la situación actual, habrá quienes resistan el coronavirus, pero no el desgaste económico, principalmente entre los jóvenes. Debe ser un plan que premie con objetivos cumplidos. Si a determinado tiempo baja el número de contagios a una determinada cantidad, entonces podrá pasar esto, o lo otros, pero mientras las condiciones llegan, no deben relajarse las medidas ya adoptadas, sino al contrario, hacer que éstas se cumplan. Hay que prepararse pare el eventual regreso a la no normalidad como una medida preventiva más, debe ser de una medida tersa, , que vaya cumpliendo objetivos en ese regreso para poder pasar a la siguiente y última etapa del regreso a la no normalidad