Claroscuro
Por: Carlos Casillas
/////
En ocho días más se estarna renovando buena parte de la administración municipal. Habrá sin duda rostros nuevos en algunas oficinas y en otras seguirán las misma caras y actitudes conocidas. Itzé Camacho está por cumplir un primer ciclo al frente del gobierno y sobre su desempeño, según el cristal con que se mire, tiene sus asegunes. Por cierto, habrá que hacer la acotación de que hasta el palacio municipal tendrá un rostro nuevo con el cambio de color de verde pistache al color del partido Morena, como si el triunfo electoral le hubiera dado la propiedad del palacio, que se supone patrimonio de los habitantes de Lázaro Cárdenas, al partido que opuso a la alcaldesa electa. Es una decisión vergonzante porque rompe con la pluralidad que debe observar ese edificio y no convertirlo en un botín de triunfo electoral. Ningún otro partido en el poder, tuvo la ocurrencia insultantes de cambiar el color según el tiempo de gobierno; el PRD nunca lo pintó de Amarillado, ni el PRI de tricolor. Solo la soberbia lo está pintando color Morena. Termino acotación. En una primera reunión con los integrantes del nuevo cabildo, ya pintó como se espera será la relación entre los integrantes; quienes son partidarios de Morena y la alcaldesa, ya fueron cobijados bajo sus alas, mientras que quienes representan a los tres partidos de oposición, ya recibieron el látigo del desprecio y del trato que recibirán. Es evidente que de una administración a otra no hubo cambio en la actitud de la alcaldesa que dista mucho de ser conciliadora, pues, con la punta del pie relegó a los regidores contrarios a su partido en el reparto de oficinas; “las que sobras son las de ustedes, las demás ya están repartidas” habría dicho a los regidores plurinominales, a quienes de paso recriminó que estuvieran apoyando la anulación de la elección, lo cual dista mucho de ser posible pues ello implicaría que ellos mismos no fueran regidores, aun sea por la vía pluri.