El imperio contraataca

(La ciclo pista de la discordia)
Ante las evidentes muestras de rechazo a un proyecto que se ha vuelto impopular por innecesario y tiene evidentes muestras de afectación, no solo a la de por si mala circulación en calles y avenidas, sino a la seguridad vial, entre otras cosas, el gobierno municipal ha tomado la determinación de contraatacar mediáticamente a quienes han hecho de la protesta la única herramienta. Para justificar el empecinamiento, la falta de consenso y acuerdos con los comerciantes, desde el segundo piso del palacio municipal, se está orquestando una campaña contra comercios y comerciantes, a los que pretenden exhibir como si fueran ellos los únicos en desacuerdo con la construcción de la ciclo pista en la avenida Melchor Ocampo, enviando, nuevamente, la inequívoca señal de que se trata de una administración intolerante, alejada del dialogo y que adolece de una “sordera” popular. La protesta y la manifestación pública, es, hasta el momento, la única herramienta para hacerse escuchar, para llamar la atención de quienes miran de soslayo y hasta con cierto desprecio los problemas sociales. Ya se ha visto que esta administración judicializa la protesta social, demanda a quienes piensan diferentes, como ha ocurrido al denunciar a colonos que han mostrado en plantones y marchas, sus desavenencias con la administración, a medios de comunicación y comunicadores. Equivocadamente buscan justificar en el caos vial que se genera a lo largo de loa avenida Melchor Ocampo, la construcción de esa ciclopista. Al son de que “los comerciantes invaden las banquetas”, pretenden asegurar que ello sería una solución y están muy lejos de la realidad. La delegación de tránsito, quien regula justamente la vialidad, ha callado; la comisión de regidores en la materia, han callado y dejado pasar el hecho que la ley de desarrollo urbano señala que las vías alternativas de vialidad, como es justamente una ciclo pista, deben contar con un ancho de 1.50 metros por sentido de circulación y construirse, en el caso de avenidas primarias, en el camellón de la misma, no a los extremos opuestos. A la luz de los anteriores hecho, salta la propuesta que tránsito regule y evite, como no ha podido o querido hacerlo, el estacionamiento en batería a lo largo de esa congestionada avenida y que la ciclo pista sea hecha donde apunta la ley. La solución es sencilla si se atiende y aplica a cabalidad lo que señala la ley. Que el gobierno municipal haya iniciado una campaña en medios afines contra comercios y contra quienes demandan sea reubicada la pista, no que se opongan a la construcción, no habla más que ésta se hará por las actitudes “chicharroneras” de la administración municipal convertida en una mala copia del inquilino de palacio nacional.