Van por huertas de aguacate certificadas y dejarán fuera a todas las que han depredado el ecosistema

Querella internacional pone al aguacate michoacano y su exportación en la mira. Sólo el 4.5 por ciento del fruto se produce de forma orgánica y cumple con todas las disposiciones internacionales, reconoce la Secretaría de Medio Ambiente (Secma), que prepara una estrategia de certificación para dejar fuera de la jugada a todas aquellas huertas que han depredado el ecosistema y que hoy tienen en vilo la comercialización del “oro verde”.

Para corregir la ruta de degradación forestal y evitar cualquier riesgo en materia comercial en el T-MEC, el Gobierno de Michoacán busca asegurar que las huertas certificadas den total cumplimiento a las diversas legislaciones ambientales. Este nuevo esquema incluye una inspección satelital que permitirá determinar qué huertas y productores han roto la normativa en los últimos años. También se recomendará la orientación hacia la producción orgánica.

Y es que una nueva controversia legal emerge contra el aguacate michoacano, toda vez que un particular presentó una queja que ha sido admitida por la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA) ante lo que se alega es una flagrante falta de protección de los recursos forestales e hídricos derivados de la producción de este fruto.

El peticionario, de quien se ha omitido su identidad, alega que existe un costosísimo impacto ambiental y grave deforestación por la ininterrumpida expansión de las plantaciones del aguacate, en tanto que México –y en particular Michoacán- no ha respetado disposiciones constitucionales, federales e internacionales enfocadas en la evaluación del impacto ecológico, la conservación de los bosques, el desarrollo sustentable, la calidad del agua, el cambio climático y la protección del medioambiente.

En entrevista sobre este tema con La Voz de Michoacán, Alejandro Méndez, titular de la Secma, reconoció que ha habido deficiencias en el pasado en cuanto al seguimiento puntual de la conservación forestal y las leyes que le acompañan, tanto por la relajación de las revisiones de parte de los gobiernos anteriores como por la falta de “dientes” para ejercer sanciones por parte de las dependencias estatales.

Fuente: La Voz de Michoacán