Claroscuro
Itzé o Síndico, ¿quién se quedara en el camino al 24?
No se puede ocultar lo evidente. Presidenta municipal y síndico están ya en plena campaña, en campaña abierta, sin pudor ni temor a las reglas electorales, ni respeto al cargo y encargo actual que ostentan, porque saben que en esta carrera a la que le faltan muchos meses para llegar a la meta del 2024, no están solos y hay otros y otras que aspiran por lo que ellos suspiran. Es evidente que la alcaldesa María Itzé Camacho y el síndico Manuel Esquivel, por la posición que han jugado en los últimos cuatro años y meses, se consideran los aspirantes naturales a una posición política natural superior y habrá, quienes , por esos mismos cargos que ostentan hoy, les quemen incienso y les quieren vender “espejitos mágicos”. A unos el poder los subyuga. Evidente, ya lo dijimos, que la alcaldesa del puerto busca aumentar su ranking a nivel estado, pues, además de una profusa campaña mediática en las ciudades más importantes, donde ha colgado su imagen en anuncios espectaculares anunciando entrevistas en medios ya de dudosa credibilidad, busca convertirse en ariete para golpear el hígado del Auditor Superior de la entidad, que “ha osado” con su trabajo,, cuestionar con auditorías los resultados de la administración municipal de este y otros municipios. Con ello, la alcaldesa Camacho Zapién quiere que el gobernador Ramírez Bedolla le deba el favor de hacer la “guerra sucia” contra el auditor que también le es incómodo. El síndico municipal, mientras tanto, arropando con el aparato oficioso de comunicación social del gobierno local está ocupando los espacios mediáticos que suponen que lo habrán de posicionar de mejor manera ante el electorado al grado en que prácticamente desplazo a la propia alcaldesa en promover su imagen a costa, decíamos, de promoverse en actividades que están lejos de la función legal que le corresponde. Sin embargo, habrá que decirlo, en esta carrera al 2024 no están solos ni son los únicos en Morena, los convencidos y los de conveniencia, que aspiran y ahí es donde reside que no podrán, como equipo que han sido, comerse solos el pastel. Pensarlo y quererlo así, es pecar de soberbia política. Es sabido que la alcaldesa aspira y suspira por una diputación o la senaduría que le dé continuidad en estas lides y, el síndico Manuel Esquivel, ha trazado junto con la alcaldesa, la ruta a la presidencia municipal al ungirlo desde ya, como “su corcholata favorita”. Los morenistas, los convencidos y los de conveniencia, sin embargo, no los dejaran pasar juntos por una aduana libre, o una, u otro, no los dos. Ello implica que una, u otra, son sacrificables en aras del proyecto; uno tendrá, en su momento, que bajarse de la cerrera para que el otro avance y es claro quien se quedara en el camino.
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